¿Sabes que hay muchas cosas que la mayoría de la gente hace
mal a la hora de preparar café? Si eres amante de esta bebida, y quieres que te
quede perfecto, tanto de sabor como de aroma, te interesa leer esto.
Echarle azúcar
Sí, es cierto que hay gente que no le echa ni una sola
cucharadita de azúcar al café, pero otra mucha prefiere endulzarlo un poquito
antes de darle el primer sorbo. Sin embargo, para los expertos este es un grave
error. ¿El motivo? En teoría, no debería ser muy amargo.
Esto quiere decir que, a pesar de que el sabor del café
tiene un cierto amargor natural, no se trata de un sabor predominante. Por este
motivo, no sería necesario endulzarlo con azúcar u otros edulcorantes, y
añadirle leche sería suficiente. Esto es porque la lactosa, que es el azúcar de
la leche, ya se encarga de suavizar el sabor lo suficiente.
Utilizar agua del grifo para prepararlo
A los más adictos al café, esos que no perdonan el café
mañanero por nada del mundo, no les vale con tomarse una taza de vez en cuando
en una cafetería, sino que siempre intentan tener una cafetera lista en casa.
Lo que mucha gente no sabe es que, en el momento de prepararla, casi todos
cometen un grave error, que es prepararlo con agua del grifo.
Los expertos en café aseguran que emplear agua del grifo es
algo que nunca debería hacerse ya que se puede alterar el sabor natural del
café. Es preferible prepararlo con agua embotellada, ya que de esta manera
evitamos el exceso de cal y nos aseguramos que el sabor del café se mantenga
intacto.
Usar leche que no es entera
Mucha gente toma el café con leche entera, sí. Pero también
es verdad que otra mucha, ya sea por gusto o por cuestión de mantener la
figura, opta por mezclarlo con semi o con desnatada. Pues bien, si este es tu
caso, te interesará saber que está cometiendo un error.
Si tomas café con leche, para que su sabor sea mejor, es
preferible que siempre sea entera. Y es que, según los expertos el objetivo de
tomar el café con leche es conseguir una emulsión que solo se logra con la
grasa de la leche, por lo que es evidente que esta debe ser entera. Además, hay
que cuidar también la calidad de la leche, ya que cuanto mejor sea, mejor sabor
tendrá.
Utilizar café torrefacto
Para preparar un buen café, es evidente que no cualquier
café vale. Sin embargo, mucha gente también comete un error en este punto del
proceso.
Para tomarnos una buena taza de café, es imprescindible que
no lo preparemos con café torrefacto. Este es un tipo de café muy usado, que
simplemente consiste en café tostado con azúcar, de manera que los granos
tienen un tono brillante. Esta técnica ha sido tradicionalmente muy empleada
para conseguir que el café mantuviera su frescura durante más tiempo. Sin
embargo, el café torrefacto tiene más aspectos negativos que positivos, ya que
según los expertos se arruina por completo el sabor.
Un buen café nunca debe llevar azúcar añadido, para que no
se pierda ni el aroma ni los matices naturales del mismo.
No moler el café al momento…
Si eres amante del café, y cuando te preparas una taza
quieres sentarte y disfrutar a gusto de su sabor, es muy importante que tengas
en cuenta esto.
Para que el café esté bien hecho es necesario que lo muelas
justo en el momento previo de hacerlo. Aunque esto lleva un poco de tiempo, y
es cierto que no siempre se tiene, con este sencillo truco consigues, no solo
que el café tenga mejor sabor y aroma, sino que además conserva mucho mejor sus
propiedades. Además, con un molinillo eléctrico es muy sencillo.
… y no prensarlo con fuerza
Tan grave es el error de no moler el café en el momento
previo a prepararlo, como no prensarlo con la fuerza suficiente. Aunque cada
uno tendrá su manera de hacerlo, puesto que no hay una manera universal para
ello ni mucho menos, es cierto que la mayoría de la gente se piensa que basta
con alisar un poco y de manera suave la superficie del café con una cucharilla,
¿verdad?
Pues bien, como decimos esto es un error porque, según los
expertos, es necesario prensarlo con más fuerza para que el café salga
perfecto.
Calentar demasiado la leche
Para que vamos a negarlo, a todos nos ha apetecido alguna
vez sentarnos a tomar una taza de café con la leche bien caliente, sobre todo
cuando hace mucho frío y queremos templarnos un poco. Es cierto que beberse un
café calentito nos puede sentar muy bien al cuerpo, pero debes saber que
tampoco es correcto hacerlo si lo que quieres es tomarte un café en
condiciones.
Y es que, según los expertos en café, cuando la leche está
demasiado caliente y supera los 75 grados de temperatura, el café acaba por
quemarse. Lo correcto es tomarlo con la leche tibia.
No limpiar ni secar bien la cafetera
Pues sí, resulta que no esmerarse lo suficiente y no limpiar
ni secar bien la cafetera cada vez que la fregamos puede arruinarnos el café. Y
ojo, sin que nos demos ni cuenta.
Ya que cuidamos la calidad del café (y también de la leche),
debemos poner especial cuidado y esmero a la hora de limpiar la cafetera, para
no estropear el café. Y es que, si no lo hacemos así y no eliminamos bien todos
los restos, lo que terminaremos consiguiendo es que se oxide, lo que altera
inevitablemente el sabor del café.
En cuanto al secado, es importante hacerlo bien para que el
café que preparemos no se humedezca, lo que haría que perdiese propiedades.
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