viernes, 27 de mayo de 2016

8 Errores que todos cometemos al preparar CAFÉ


¿Sabes que hay muchas cosas que la mayoría de la gente hace mal a la hora de preparar café? Si eres amante de esta bebida, y quieres que te quede perfecto, tanto de sabor como de aroma, te interesa leer esto.

Echarle azúcar
Sí, es cierto que hay gente que no le echa ni una sola cucharadita de azúcar al café, pero otra mucha prefiere endulzarlo un poquito antes de darle el primer sorbo. Sin embargo, para los expertos este es un grave error. ¿El motivo? En teoría, no debería ser muy amargo.
Esto quiere decir que, a pesar de que el sabor del café tiene un cierto amargor natural, no se trata de un sabor predominante. Por este motivo, no sería necesario endulzarlo con azúcar u otros edulcorantes, y añadirle leche sería suficiente. Esto es porque la lactosa, que es el azúcar de la leche, ya se encarga de suavizar el sabor lo suficiente.

Utilizar agua del grifo para prepararlo
A los más adictos al café, esos que no perdonan el café mañanero por nada del mundo, no les vale con tomarse una taza de vez en cuando en una cafetería, sino que siempre intentan tener una cafetera lista en casa. Lo que mucha gente no sabe es que, en el momento de prepararla, casi todos cometen un grave error, que es prepararlo con agua del grifo.
Los expertos en café aseguran que emplear agua del grifo es algo que nunca debería hacerse ya que se puede alterar el sabor natural del café. Es preferible prepararlo con agua embotellada, ya que de esta manera evitamos el exceso de cal y nos aseguramos que el sabor del café se mantenga intacto.

Usar leche que no es entera
Mucha gente toma el café con leche entera, sí. Pero también es verdad que otra mucha, ya sea por gusto o por cuestión de mantener la figura, opta por mezclarlo con semi o con desnatada. Pues bien, si este es tu caso, te interesará saber que está cometiendo un error.
Si tomas café con leche, para que su sabor sea mejor, es preferible que siempre sea entera. Y es que, según los expertos el objetivo de tomar el café con leche es conseguir una emulsión que solo se logra con la grasa de la leche, por lo que es evidente que esta debe ser entera. Además, hay que cuidar también la calidad de la leche, ya que cuanto mejor sea, mejor sabor tendrá.

Utilizar café torrefacto
Para preparar un buen café, es evidente que no cualquier café vale. Sin embargo, mucha gente también comete un error en este punto del proceso.
Para tomarnos una buena taza de café, es imprescindible que no lo preparemos con café torrefacto. Este es un tipo de café muy usado, que simplemente consiste en café tostado con azúcar, de manera que los granos tienen un tono brillante. Esta técnica ha sido tradicionalmente muy empleada para conseguir que el café mantuviera su frescura durante más tiempo. Sin embargo, el café torrefacto tiene más aspectos negativos que positivos, ya que según los expertos se arruina por completo el sabor.
Un buen café nunca debe llevar azúcar añadido, para que no se pierda ni el aroma ni los matices naturales del mismo.

No moler el café al momento…
Si eres amante del café, y cuando te preparas una taza quieres sentarte y disfrutar a gusto de su sabor, es muy importante que tengas en cuenta esto.
Para que el café esté bien hecho es necesario que lo muelas justo en el momento previo de hacerlo. Aunque esto lleva un poco de tiempo, y es cierto que no siempre se tiene, con este sencillo truco consigues, no solo que el café tenga mejor sabor y aroma, sino que además conserva mucho mejor sus propiedades. Además, con un molinillo eléctrico es muy sencillo.

… y no prensarlo con fuerza
Tan grave es el error de no moler el café en el momento previo a prepararlo, como no prensarlo con la fuerza suficiente. Aunque cada uno tendrá su manera de hacerlo, puesto que no hay una manera universal para ello ni mucho menos, es cierto que la mayoría de la gente se piensa que basta con alisar un poco y de manera suave la superficie del café con una cucharilla, ¿verdad?
Pues bien, como decimos esto es un error porque, según los expertos, es necesario prensarlo con más fuerza para que el café salga perfecto.

Calentar demasiado la leche
Para que vamos a negarlo, a todos nos ha apetecido alguna vez sentarnos a tomar una taza de café con la leche bien caliente, sobre todo cuando hace mucho frío y queremos templarnos un poco. Es cierto que beberse un café calentito nos puede sentar muy bien al cuerpo, pero debes saber que tampoco es correcto hacerlo si lo que quieres es tomarte un café en condiciones.
Y es que, según los expertos en café, cuando la leche está demasiado caliente y supera los 75 grados de temperatura, el café acaba por quemarse. Lo correcto es tomarlo con la leche tibia.

No limpiar ni secar bien la cafetera
Pues sí, resulta que no esmerarse lo suficiente y no limpiar ni secar bien la cafetera cada vez que la fregamos puede arruinarnos el café. Y ojo, sin que nos demos ni cuenta.
Ya que cuidamos la calidad del café (y también de la leche), debemos poner especial cuidado y esmero a la hora de limpiar la cafetera, para no estropear el café. Y es que, si no lo hacemos así y no eliminamos bien todos los restos, lo que terminaremos consiguiendo es que se oxide, lo que altera inevitablemente el sabor del café.

En cuanto al secado, es importante hacerlo bien para que el café que preparemos no se humedezca, lo que haría que perdiese propiedades.
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